¿Qué sucede con el envejecimiento vascular temprano?
09/08/2021
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de mortalidad a nivel mundial, y sus factores de riesgo son bien sabidos; dado que la epidemiología recae en adultos de mediana edad en adelante, solemos olvidar que muchos de los factores de riesgo se desarrollan desde la infancia. El número de niños y adolescentes con obesidad es alarmante, pero la cantidad sedentarismo es incluso mayor, por lo cual la incidencia de diabetes mellitus tipo 2 e hipertensión arterial sistémica en menores de 24 años ha incrementado, sin embargo, no hay escalas de riesgo cardiovascular ni puntos de corte en métodos diagnósticos validadas para dicho grupo de edad. Por este motivo, un grupo de investigadores en Australia planteó que el envejecimiento vascular temprano (EVT) podría predecir eventos cardiovasculares en personas jóvenes y decidió hacer una revisión al respecto.
Los factores de riesgo para EVT comienzan desde el desarrollo intrauterino cuando el feto está expuesto a un ambiente adverso; influyen la raza, los factores socioeconómicos, el estado nutricional, y en el periodo postnatal, dieta, actividad física, IMC, entro otros. Estos provocan que la acumulación de lípidos en la íntima en forma de estrías de grasa, un proceso que ocurre en prácticamente todos los niños, se acelere, lo que afecta la complianza arterial. Normalmente la complianza tiene un pico a los 10 años, un descenso brusco entre los 10 y 20 años y una disminución progresiva de los 20 en adelante; con factores de riesgo, el pico es mucho menor y después declina normalmente. Las manifestaciones se presentan todavía más temprano si además se agrega un proceso inflamatorio que deje cicatriz ( como una vasculitis).
Existen estudios longitudinales que establecen que, además de afectar la salud cardiovascular, el EVT predispone a daño a órgano blanco similares a los del adulto. Como ejemplos tenemos a la hipertrofia de VI, enfermedad renal crónica y retinopatía secundarias a hipertensión arterial y rigidez arterial sobre la percentil 95.
El panorama hasta ahora se ve sombrío; afortunadamente, se ha visto que intervenir en el estilo de vida sí influyen en la salud a largo plazo. Se ha sugerido que la intensidad del ejercicio es el factor de protección más importante, incluso en niños con enfermedad cardiaca congénita (por supuesto, de acuerdo a tolerancia y prescripción médica), aunque hay estudios que concluyen que esto no se cumple para el grupo etario de 9 a 11 años de edad ni para los pacientes con cáncer. Los cambios en los biomarcadores de personas sedentarias se comienzan a ver desde 8 semanas hasta 6 meses después, y con los años también se ve en la velocidad de la onda de pulso aórtica. Se ha visto que los resultados son mejores si se combinan con una dieta balanceada.
Ahora bien, hay que recordar que la fisiología en un paciente pediátrico es diferente a la del adulto. Es importante saber que las intervenciones sirven, pero es imperativo desarrollar escalas de riesgo cardiovascular para cada grupo etario y puntos de corte en auxiliares diagnósticos, de modo que podamos saber cómo y cuándo actuar. Este tipo de enfermedades se están presentando cada vez a menor edad y hay que adaptarnos para poder intervenir oportunamente.
Presiona aquí para una lectura más detallada.
Referencia.
Climie RE, Park C, Avolio A, Mynard JP, Kruger R y Bruno RM. "Vascular Ageing in Youth: A Call to Action". Heart, Lung and Circulation 16 Julio 2021: Article in press.
Redacción: Mariana M. Cano Nieto.
Revisión: Dr. J. Eduardo Gutiérrez Aguilar