La cardiotoxicidad asociada a antraciclinas y trastuzumab afecta al 5-16% de pacientes con cáncer. Metaanálisis recientes, que incluyen ensayos clínicos controlados con una población pequeña (117 pacientes) o estudios de cohorte observacional (813 pacientes) sugieren que el uso de estatinas puede mitigar el riesgo de cardiotoxicidad, demostrando que pacientes en tratamiento con estatinas tienen más posibilidad de mantener la función ventricular izquierda cercana a las mediciones basales.

La necesidad de ensayos clínicos controlados a gran escala para determinar el impacto de estatinas para prevenir la cardiotoxicidad mediada por antraciclinas motivó a los investigadores a desarrollar el estudio STOP-CA. A mediados del año pasado, el Dr. Gregory Hundley publicó en el NEJM Evidence un ensayo donde se comparó el estudio de estatinas contra placebo en pacientes con cáncer de mama o linfoma en tratamiento con Doxorrubicina, donde no se observó diferencia significativa en tasas de reducción de FEVI a 2 años con el uso de estatinas [1].

En este estudio, el uso de Atorvastatina a dosis de 40 mg se utilizó contra placebo para demostrar que estos fármacos pueden proteger al corazón durante la quimioterapia con doxorrubicina en pacientes en tratamiento de Linfoma.

Las mediciones de FEVI basales y en seguimiento a 12 meses se hicieron con ecocardiograma y resonancia magnética cardiaca El desenlace primario fue la reducción de la FEVI de más de 10% hasta un total menor de 55%, lo cual difiere discretamente con la definición de cardiotoxicidad asintomática según la ICOS, donde el punto de corte de FEVI es de 50%.

Se aleatorizaron en total 300 pacientes, con 186 cumpliendo el seguimiento durante un año. 8 pacientes fallecieron y 6 pacientes se perdieron en el seguimiento.

Dentro de las características demográficas no se observaron diferencias significativas entre ambos grupos, recalcando que la población se encontraba en promedio con edad de 50 años, menos del 6% de los pacientes tomaba algún medicamento cardiovascular. La dosis en promedio de antraciclina fue de 264 mg/m2, considerándose que las dosis acumuladas de doxorrubicina mayores a 250 mg/m2 se asocian fuertemente al desarrollo de cardiotoxicidad.

La FEVI basal promedio de toda la población fue de 63%, la cual tuvo un descenso a 58% a los 12 meses del seguimiento. Se demostró que alrededor de 15% de los pacientes cumplió con la definición de cardiotoxicidad en estos doce meses. Se demostró una incidencia de cardiotoxicidad a 12 meses en un 9% de la población con atorvastatina, mientras que el grupo placebo tuvo una incidencia de 22% (p=0.002, OR 2.9, IC 95% 1.4-6.4)

En el análisis de subgrupos se demostró que el beneficio de las estatinas es más marcado en mujeres, pacientes mayores de 52 años, en pacientes que reciben dosis acumulada mayores de 250 mg/m2, en pacientes con IMC mayor de 30 kg/m2 y en pacientes con diagnóstico de Linfoma No Hodgkin. En relación con perfil de seguridad no se reportaron eventos adversos relacionados al uso de estatinas.

Las estrategias de mitigación de riesgo de cardiotoxicidad han sido un tema controversial en la última década, ya que se han estudiado múltiples fármacos incluyendo moduladores neuro humorales, los cuales han demostrado beneficio moderado para la prevención.

Este estudio demuestra un efecto protector de las estatinas para prevenir la cardiotoxicidad relacionada a antraciclinas en pacientes con linfoma. Se desconoce el efecto protector a largo plazo debido al seguimiento de 12 meses establecido por los investigadores, además de que los resultados se contraponen a los resultados negativos mostrados en otros estudios, sin embargo, ofrecen resultados prometedores para ayudar a esta población vulnerable de pacientes.

 

DESENLACE PRIMARIO STOP-CA

  1. Hundley, W. G. et al. (2022). Statins and Left Ventricular Ejection Fraction Following Doxorubicin Treatment. https://doi.org/10.1056/EVIDoa2200097