El desarrollo y crecimiento de los diferentes sistemas corporales durante los primeros años de vida son indispensables para una adecuada función en los próximos años. La lactancia materna en recién nacidos se asocia con resultados positivos en la salud disminuyendo la morbi-mortalidad y protegiendo contra procesos específicos como enfermedades cardiovasculares en la vida adulta.

La melatonina es una molécula activa que se encuentra presente en la leche materna producida durante la noche a partir de las primeras etapas de la lactancia. Es capaz de inducir la primera estimulación circadiana en el cuerpo del bebé a una edad en la que su propio ciclo circadiano aún no está funcionando, permitiendo mantener sus mecanismos fisiológicos. Mediante su actividad directa en las vías celulares y mediante la sincronización de los relojes periféricos, la melatonina incorpora ritmos en el sistema cardiovascular que son esenciales para su homeostasis y función, por tanto, para la salud cardiovascular futura.

En este sentido, la alteración del ritmo circadiano es un factor de riesgo de eventos cardiovasculares. Un deterioro de la melatonina, como el retraso o la supresión de su expresión, se asocia con un aumento de peso, masa grasa y otros factores de riesgo cardiovascular. Se ha descubierto que la alteración del ritmo circadiano favorece el aumento de la presión arterial y los niveles de interleucina-6 (IL-6), proteína C reactiva y factor de necrosis tumoral-α (TNF-α), e induce la desregulación del metabolismo de la glucosa. La alteración del sueño es un factor conocido implicado en la aparición de riesgo cardiovascular más adelante en la vida. La privación del sueño es responsable de los cambios en el control autónomo cardíaco en los lactantes sanos.

La melatonina y los ritmos circadianos juegan un papel esencial en la salud cardiovascular porque están involucrados en varias patologías cardiovasculares y trastornos metabólicos. Estas condiciones pueden explicar por qué los eventos cardiovasculares tienden a ocurrir en un momento dado del día. Por ejemplo, el infarto de miocardio, la muerte cardíaca súbita y el accidente cerebrovascular isquémico tienden a ocurrir por la mañana.

En conclusión, la lactancia materna constituye una fuente principal de melatonina durante los primeros años de vida cuando en los recién nacidos aún no es suficiente la que producen. La melatonina es de importancia ya que ayuda con la estimulación del ritmo circadiano permitiendo un adecuado desarrollo cardiovascular y a su vez salud cardiovascular a largo plazo. Además actúa como antioxidante ayudando a reducir el estrés oxidativo y la inflamación de los recién nacidos.

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Fuente: Gombert M, Codoñer-Franch P. Melatonin in Early Nutrition: Long-Term Effects on Cardiovascular System. International Journal of Molecular Sciences. 2021; 22(13):6809. https://doi.org/10.3390/ijms22136809

Redactó: Paola Yañez Guerrero;

Revisión: Dr. José Eduardo Gutiérrez Aguilar