Todos conocemos el esquema de salud en México, que al igual que el de otros países incluye la vacuna contra la influenza en personas mayores de 65 años. Sin embargo, dicho grupo de edad suele tener un gran número de comorbilidades con la consecuente polifarmacia, que normalmente incluye estatinas tanto por dislipidemia como por la prevención primaria y secundaria en adultos con riesgo cardiovascular elevado.

Este grupo farmacológico tiene como efecto secundario cierta acción antiinflamatoria que podría alterar la respuesta inmune (es decir, la eficacia) a las inmunizaciones. Ya que otros estudios no han sido concluyentes al respecto, un grupo de investigadores australianos decidió aportar algo de luz sobre el tema.

Se eligieron 559 sujetos de hospitales de Sidney durante época invernal de 2008-2010 de más de 40 años, que se dividieron en casos (personas con IAM previo) y controles, y se tomaron datos sociodemográficos, médicos y de vacunación. Por otro lado, se usó PCR para detectar la influenza durante el reclutamiento, y muestras de sangre 4-6 semanas después de la seroconversión. Para el análisis se utilizó OR con un intervalo de confianza de 95%, siendo las variables principales el uso de estatinas y el estado de vacunación.

En el análisis univariado la tasa de influenza fue mayor en los usuarios de estatinas con un OR de 1.59, pero el intervalo de confianza fue de 0.84 a 3.01, lo que lo convierte en no significativo. Después de ajustar el resultado de acuerdo a otras variables, ascendió a 1.06-5.62. Hablando de la vacuna, fue efectiva en el 92.4% de los usuarios de estatinas contra 100% de los que no las consumen, aunque la tasa de enfermedad fue menor en ambos grupos contra los no vacunados tanto en los análisis univariado como multivariado. El resto de las variables no tuvieron ningún impacto significativo.

Los resultados pueden deberse a que el uso de estatinas se asocia a comorbilidades que por sí mismas son factor de riesgo para la influenza, cosa que los investigadores aclaran en la discusión, así que hay que tener reservas con los resultados. Incluso así, la efectividad de la vacuna sigue siendo muy alta y no hay motivo para no aplicarla para reducir la morbimortalidad en la población añosa.

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Referencia.

MacIntyre CR, Chugtai AA, Das A, Rahman B, Moa AM, Gan CH y Tan TC. “Effect of statin use on the risk of influenza and influenza vaccine effectiveness”. International Journal of Cardiology. (2021). DOI: https://doi.org/10.1016/j.ijcard.2021.03.055

Redactó: Mariana Cano;

Revisó: Dra Liliana Posada