Microbiota, una triada con hipertensión arterial y depresión.

Microbiota, una triada con hipertensión arterial y depresión.

04/06/2021

El papel de la microbiota ha cobrado cada vez más importancia en diversas enfermedades y ya es común leer de ella en la fisiopatología de las mismas, por lo que se ha vinculado el perfil presente en cada individuo con la predisposición a ciertas condiciones; por otro lado, la hipertensión aunada a depresión representa una pareja que conlleva mayor comorbilidad y riesgo cardiovascular, y debido a resultados en estudios preclínicos, a la asociación entre la alteración de la comunicación intestino-cerebro para el desarrollo de HTA y desórdenes mentales por separado y al enlace de centros de emoción con los de control de la TA a nivel cerebral, se formuló la hipótesis de que las personas hipertensas con depresión podrían tener una microbiota diferente a la de personas sanas.

Se recolectaron muestras de heces de 54 individuos sin enfermedad intestinal inflamatoria ni uso reciente de antibióticos y se dividieron en cuatro cohortes: hipertensos (HTN), personas con depresión (DEP), pacientes con ambas entidades (DEP-HTN) y sanos (REF), de acuerdo a TAS y criterios del DSM-5. Posteriormente, se utilizaron criterios taxonómicos para identificar las especies dominantes en cada grupo. Asimismo, se establecieron las vías de aminoácidos, aminas, ácidos grasos de cadena corta y moléculas proinflamatorias como potencialmente influyentes en la fisiología celular del huésped, por lo que también se evaluaron.

Se observó que las bacterias presentes en la cohorte REF presentaban los efectos antiinflamatorios del triptófano, mientras que la degradación de GABA fue mayor en las de DEP-HTN y DEP contra HTN y REF respectivamente, lo que es consistente con el hecho de que el déficit de dicho neurotransmisor desestabiliza la comunicación entre el hipotálamo y el sistema nervioso simpático y aumenta el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal. Además, en DEP-HTN (comparado con REF) se encontró predominantemente Eubacterium siraeum, Holdemania spp., Streptococcus spp., y Alistipes spp., todos correlacionados con menor producción de péptidos antagonistas del sistema renina-angiotensina-aldosterona derivados de la comida, con una disminución de sus contrapartes benéficas: Roseburia spp., Bifidobacterium spp.; y Coprococcus spp., los cuales disminuyen con las dietas altas en sodio.

La degradación de los ácidos grasos estaba disminuida en DEP-HTN sobre los otros grupos, pero contrario a lo que se podría pensar (pues las grasas saturadas favorecen la hipertensión), estos generalmente regulan el humor y la TA, por lo que de nuevo favorece su propio fenotipo, así como lo hace el aumento de LPS bacteriano con la consecuente respuesta inflamatoria del huésped.

Todo lo anterior se traduce en que hay hábitos que favorecen cierto tipo de especies bacterianas en el intestino y que estas regulan varios aspectos relacionados tanto con la hipertensión arterial como con la depresión. La teoría de la microbiota no busca sustituir la fisiopatología de dichas enfermedades, sino integrarse a ellas y, a futuro, mejorar el tratamiento de ambas.

Esta nota se enfoca en dos de las cuatro cohortes, para más detalles haz click aquí.

Referencia.

Stevens BR, Richards EM, Raizada MK, Pepine CJ y Kim S. “Depressive-hypertension: A proposed human endotype of brain/gut microbiome dysbiosis”. American Heart Journal. Mayo (2021). DOI: https://doi.org/10.1016/j.ahj.2021.05.002

Redactó: Mariana Cano;

Revisó: Liliana Posada